RESEÑA HISTÓRICA DEL MUNICIPIO DE JARDÍN



Los Comienzos

Los territorios que ocupa hoy en día, el municipio de Jardín, Antioquia,  han llevado una multiplicidad de cambios desde lo territorial hasta lo cultural, configurándose así, diferentes procesos de apropiación y (re)creación del territorio, desde  imaginarios colectivos particulares hasta grupos sociales establecidos, tanto del pasado como del presente.

Históricamente, los territorios de Jardín, fueron ocupados en un principio, por grupos indígenas, tanto nómades como grupos establecidos.  Actualmente se encuentra en la parte rural del municipio la comunidad de Karmata Rúa (Cristianía), perteneciente al grupo étnico Embera Chamí.

Muchos de los estudios históricos y arqueológicos para la subregión del suroeste Antioqueño, incluyendo los territorios del municipio de Jardín, indican que, para antes y después de la conquista, estos territorios fueron habitados por grupos humanos especializados en la fabricación de herramientas de piedra, en objetos de arcilla y objetos en oro, además de intervenir e interpretar el paisaje, el territorio y aprovechar de una manera sostenible, los recursos disponibles en el ambiente para su aprovechamiento y sostenimiento gastronómico, cultural, social y simbólico.

Muchas de estas evidencias, se encuentran actualmente en el municipio de Jardín en manos de  algunos pocos coleccionistas, guaqueros y curiosos que en su camino, se han encontrado con diferentes objetos que hacen parte del patrimonio material, tanto de piedra como de arcilla. Además, en la parte nor-oriental y nor-occidental del municipio de Jardín, se han encontrado tumbas y caminos prehispánicos hechos por los diferentes grupos indígenas que se asentaron en la región.

Colección recopilada por un coleccionista del municipio de Jardín

Además de ser habitado por grupos indígenas en sus inicios, este territorio también sirvió como corredor estratégico y de comunicación en ciertos periodos de la historia para diferentes campañas, como la conquista y la colonización antioqueña. Se cree que el licenciado don Juan Baudillo a mediados del siglo XVI, en su travesía de San Sebastián de Bellavista hacia Cali, cruzó el territorio que hoy pertenece al municipio de Jardín. Además, muchos de los colonizadores de los municipios que están ubicados en el norte del departamento de Risaralda y Caldas, usaron este territorio como corredor para llegar a sus nuevos destinos (testimonio del historiador Luis Nolberto Agudelo Marín, 2010).

También en los siglos XVII y XVIII, muchos de los grupos indígenas como los Katíos y los Chamíes, usaron este territorio como corredor estratégico, político y comercial entre los diferentes poblados ubicados en lo que es hoy los departamentos de Antioquia, Risaralda, Caldas y Chocó.


 La Colonización y Fundación del Municipio de Jardín

A comienzos del año de 1860, comienza la nueva historia del municipio de Jardín. El señor Indalecio Peláez, apareció en lo que hoy es llamado en el municipio de Jardín como el alto de las Flores, desde allí, divisó el pequeño valle en medio de dos quebradas, la Salada y los Volcanes, y tomo posesión del territorio. Entre los hombres que acompañaban al señor Indalecio Peláez se encontraban Raimundo y Jesús María Rojas, Juan, Antonio, José e Ignacio Ríos, Santiago, Lino, Pedro y Ceferino Colorado, Hipólito y Baltasar Arenas, Nicolás Rozo, Bonifacio Amariles y Raimundo Gil.

Don Indalecio Peláez en compañía de su esposa  Clara Echeverri,   Primeros pobladores del municipio de Jardín.




Sobre el diseño y la fundación del municipio de Jardín, el libro Monografías de Antioquia (1941) nos cuenta:

“Hacia finales del mes de septiembre de 1864, llega a la región de Jardín, el señor José María Gómez Ángel, ilustre sacerdote, párroco de la catedral de Medellín y rector de la Universidad de Antioquia. El sacerdote, acompañado de otros dos señores de apellidos Zuleta y Betancur, huyeron de la ciudad de Medellín gracias a la persecución adelantada por el gobierno del general Tomas Cipriano de Mosquera, por tal motivo, buscaban refugio. Don Indalecio Peláez, les brindó refugio por varios meses a los sacerdotes, quienes poco después, le comentaron a don Indalecio la idea de fundar, en tan hermoso valle, una población. Poco después, convencido por la energía, las ganas y el entusiasmo del sacerdote José María Gómez Ángel, don Indalecio hace las donaciones de los terrenos necesarios para fundar el pueblo. El mismo sacerdote, José María Gómez Ángel, diseña los planos del futuro poblado”.

Administrativa, civil y eclesiásticamente, el pequeño poblado dependía del municipio de Andes, ubicado a 9 kilómetros de distancia. En el año de 1869, se estableció una vice-parroquia, bajo la tutela del párroco de Andes y en 1871 pasa a ser parroquia independiente, siendo su primer cura párroco el presbítero Juan Crisóstomo Palacio, reemplazado poco después por el padre Félix Antonio Estrada.

“La pronta lucha de los pobladores de Jardín, por liberarse de la autoridad y tutela civil del municipio de Andes, a quien pertenecía como corregimiento, se dio el 3 de marzo de 1882. El presidente en ese entonces, del estado soberano de Antioquia, el señor Luciano Restrepo, decretó la creación del municipio. En manos del señor Jesús María Rojas), uno de los primeros pobladores del municipio, quedo el ya nombrado Municipio de Jardín, al ser él el primer Alcalde de la población”. (Monografías de Antioquia, 1941).



Don Jesús María Rojas, primer alcalde del municipio de Jardín.


Al efectuarse la fundación del municipio de Jardín, fueron designados algunos cargos administrativos, como por ejemplo, al señor Raimundo Rojas se le nombró Juez, además de fundar la primera escuela del municipio. Al presbítero Juan C. Ospina le tocó la construcción de la primera iglesia y el cementerio. El presbítero Ezequiel de J. Pérez fundó la casa de huérfanas de la Providencia y la primera escuela en la vereda de Cristianía, con la población indígena del grupo Embera Chamí.

El municipio de Jardín, a lo largo de su historia, se ha caracterizado por el espíritu cívico de sus habitantes. Prueba de ello son las variadas construcciones que se han dado por iniciativa popular y se gestaron gracias a la ayuda de la comunidad.

La obra más emblemática construida por la comunidad Jardineña es la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción. Diseñada por el hermano salesiano arquitecto Giovanni Buscaglione y construido bajo la dirección de Ángel José Botero. La construcción empezó el 20 de marzo de 1918 y culminó para el año de 1949. Fue construida con bloques de piedra tallada  sacada de una cantera que se encuentra ubicada en la vereda llamada Serranías, ubicada a unos 7 kilómetros del casco urbano. En 1983 fue nombrada como monumento nacional de Colombia y el 3 de abril de 2003, fue elevada al rango de Basílica Menor. La ardua  empresa y trabajo de la comunidad, logró una bellísima mezcla de arte neogótico y solidaridad que, reposará en la memoria y en la historia no solo de la comunidad Jardineña sino del país. 


Imágenes de la Basílica menor de la Inmaculada Concepción


Otras de las obras construidas, que mantuvo ese espíritu cívico y  la comunidad unida por una causa social, fueron el monumento a la Madre, la avenida a la Madre, de 500 metros de largo y 10 metros de ancho y el parque Fundadores.

El municipio de Jardín ha tenido un crecimiento acelerado, tanto social como económico, ya que en el transcurrir de sus años, son muchos los nuevos hijos e hijas que nacen y viven en el municipio, y el agro y la economía campesina se diversifica cada vez más de los monocultivos del café.

Prueba de ello, son los datos arrojados por el censo realizado en el año de 1938, el cual muestra un total de 10.243 habitantes. El crecimiento poblacional en 40 años fue casi de un 350%, al haber para 1898 unas 340 personas.

Finalmente, para la época de mitad del siglo XX, el municipio de Jardín, empieza a recibir la influencia de la industrialización de la ciudad de Medellín. Pequeñas empresas de confección de textiles, cacharrerías y pequeños mercados de comercio, empiezan a llenar locales y espacios en el parque de los Fundadores.

Para el año de 1979, la comunidad Jardineña sufre una de sus peores tragedias, al haber un terremoto que destruyó una de las torres de la basílica, todo el parque Fundadores y más de 250 casas solo en el casco urbano. Finalmente, y después del dolor y la tragedia, la comunidad se vuelve a unir, y se reconstruyen muchas viviendas, se construyen otras nuevas y se vuelve a reconstruir el parque Fundadores. Años más tarde, se remodela y se restaura la torre de la basílica menor la Inmaculada Concepción.

Esta pequeña historia, retrata solo un poco de algunos de los procesos de formación cultural, arquitectónico y social del municipio de Jardín, un pueblo que ha sobrevivido y crecido gracias a la solidaridad, fraternidad y lazos de amistad y regocijo entre sus habitantes.