LA COLECCIÓN DE ARTE POPULAR DE LA CASA MUSEO CLARA ROJAS PELÁEZ
Para hablar del arte popular de nuestros pueblos, en especial del arte del municipio de jardín y de algunos artistas del departamento de Antioquia y Caldas, debemos conocer parte de la historia y nacimiento de la pintura en dichos contextos, para relacionarlo con las obras y los diferentes artistas que hacen parte de la casa museo Clara Rojas Peláez.
PINTURA, ARTISTAS Y PROCESOS DE DESARROLLO EN EL DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA Y EL MUNICIPIO DE JARDÍN.
Luego de la independencia y la instauración de la república en nuestro país, se gestan algunos procesos de manifestación artística que, llevan al ser humano de la época; a cuestionarse y asumir un papel en la construcción de la memoria y la identidad nacional. Este papel, plasmado en la pintura, la escultura, la música y la literatura, da origen a un nuevo panorama, que se empieza a organizar en la segunda mitad del siglo XIX y se cristaliza en el trascurso del siglo XX.
En la segunda mitad del siglo XIX, eran pocos los artistas dedicados a un arte en específico a nivel nacional y departamental, ya que el arte aún estaba bajo el sesgo de los talleres artesanales y la fabricación colectiva de los oficios artísticos, en este periodo, empieza a gestarse una división entre quienes quieren ser artistas puros y salirse de los talleres de oficios y artísticos. Se empieza a buscar el nombre del artista, su sello único, su visión particular del ambiente, la cultura y la sociedad.
“En la segunda mitad del siglo XIX, que corresponde a la transición del artesano pintor al artista pintor individual, coexistieron y se enfrentaron ambas formas de trabajo pictórico, compitiendo por el favor del público en medio del incipiente comercio artístico y de la poca e inestable demanda. Del enfrentamiento sale airoso el pintor individual y sucumbe, hacia finales del siglo XIX o principios del XX, el artesano pintor” (Londoño, 1989:77).
Así, cada artista da su sello personal y busca las técnicas adecuadas para mezclarlas con su virtud, talento y visión abstracta y subjetiva del mundo. Sin embargo, el desprendimiento del taller, de la escuela de oficios traía también sus problemas, ya que quienes no pudieron subsistir como artistas pintores debieron “practicar varios oficios además del de pintor para asegurar la subsistencia” (Londoño, 1989,78).
A medida que se llega a la entrada del siglo XX, se empieza a especializar la pintura del artista pintor; se dictan talleres, se realizan exposiciones, se venden cuadros y cada vez, la pintura gana más espacios para afianzarse entre el público y la sociedad.
Del anterior proceso, con importancia en Antioquia, el suroeste antioqueño, el viejo caldas y la casa museo Clara rojas Peláez por sus obras, se encuentran el taller de la familia de los Palomino y algunas obras del maestro Francisco Antonio Cano.
El taller y la tradición pictórica de la familia de los Palomino, se ubican al final de la primera mitad del siglo XIX. Originarios de Riosucio (Caldas), los Palomino se destacaron por retratar los paisajes y la familia costumbrista de Antioquia y el viejo Caldas así como algunos personajes de la historia nacional. Buenaventura Palomino, fue el iniciador de la dinastía de pintores de la familia y padre de Leopoldo, Ángel María y Jesús María. Al parecer, las técnicas usadas por todos ellos son muy similares y es difícil identificar la autoría o firma de cada uno de ellos.
“Las obras conservadas hoy de esta familia, se confunden entre sí, no solo en el estilo sino también en el apellido Palomino que como firma se encuentra en ocasiones en ellas, constituyéndose más bien en el sello de distinción de un taller artesanal de pintura familiar, antes que la firma individual de un artista pintor” (Londoño, 1989,91).
Poco a poco, la familia de los Palomino, fue ganando renombre y fueron muy solicitados para pintar obras por encargo como hombres o mujeres de las clases altas, líderes, entre otros.
En la casa museo Clara Rojas Peláez, se encuentran varias obras firmadas y atribuidas a la familia Palomino y en especial, a Ángel María Palomino quien
“…dejó numerosos retratos de próceres, de discutible calidad estética, en distintos pueblos antioqueños como Jardín, Jericó y Sonsón” (Londoño, 1989,94).
De esta manera, el taller de los Palomino, “constituyen un caso único en el arte antioqueño. Ejemplifican el taller artesanal familiar donde los conocimientos adquiridos mediante la práctica se trasmiten de los padres a los hijos. Sus miembros autodidactas trabajan por cuenta propia, aplicando los limitados conocimientos académicos y la precaria destreza técnica a la producción de unas imágenes que respondieron más a necesidades sociales que estéticas” (Londoño, 1989,95).
Fotografías de las pinturas realizadas por el taller de la familia de los Palomino
Fotografía del libertador Bolívar, Pintura de Ángel María Palomino. 1910. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Fotografía José Manuel Cano, Pintura de Ángel María Palomino. 1910. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía María de la Cruz Caballero, Pintura de Ángel María Palomino. 1925. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía Panorámica del municipio de Urrao, Pintura atribuida a la familia Palomino. 1890. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Otra parte importante de la colección de arte popular de la casa museo, es la que dan los artistas propios del municipio de Jardín. Sus visiones del mundo, su inspiración y sus obras; retratan los imaginarios de un pueblo y una cultura que ha estado de la mano del desarrollo de la ciudad de Medellín. En estas obras, encontramos la mirada del artista sobre la mujer y su esencia, la influencia del mundo contemporáneo, la importancia del folclorismo en el imaginario del artista y el reconocimiento que se merecen los hombres y las mujeres independientemente de su condición social. Entre los artistas Jardineños, tenemos al artista Betancur, quien presenta 6 pinturas con la técnica del color, en la cual retrata a hombres y mujeres del municipio que han sido y fueron reconocidos por sus locuras, indigencia y folclorismo:
Fotografía de pintura a color. Retrato. Betancur 1990. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía de pintura a color. Retrato. Betancur 1990. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía de pintura a color. Retrato. Betancur 1990. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía de pintura a color. Retrato. Betancur 1990. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía de pintura a color. Retrato. Betancur 1990. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía de pintura a color. Retrato. Betancur 1990. Casa museo Clara Rojas Peláez
Otro artista que manejaba los mismos conceptos de Betancur en cuanto a la inspiración de su obra, era el artista Jardineño Jorge Alberto Escobar Galvis; quien plasmo en 7 esculturas con la técnica de la talla en madera a los locos, vagos y personajes folclóricos de finales del siglo XX del municipio de Jardín:
Fotografía Ají. Talla de Jorge Alberto Escobar Galvis. 1988. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Fotografía Claret. Talla de Jorge Alberto Escobar Galvis. 1988. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Fotografía Condorito. Talla de Jorge Alberto Escobar Galvis. 1988. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Fotografía Cusco. Talla de Jorge Alberto Escobar Galvis. 1988. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Fotografía Josecito. Talla de Jorge Alberto Escobar Galvis. 1988. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Fotografía La Linda alegre. Talla de Jorge Alberto Escobar Galvis. 1988. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Fotografía Loco Castaño. Talla de Jorge Alberto Escobar Galvis. 1988. Casa museo Clara Rojas Peláez.
También encontramos en el arte popular, aportes de artistas Jardineños como Jesús María Hurtado, “Wilson”, Javier Toro y Misael Velásquez; quienes plasmaron parte de la historia, cultura y sociedad Jardineña en sus obras:
Fotografía Pilares. Pintura del artista “Wilson”. 2004. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía Autorretrato de Misael Velásquez. 1950. Casa museo Clara Rojas Peláez.
Fotografía Retrato de mujer, pintura de Jesús M. Hurtado. 1937. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía Sandía, pintada por Javier Toro. 1986. Casa museo Clara Rojas Peláez
Finalmente, tenemos unas obras de autoría anónima que, ilustran personajes ilustres del municipio de Jardín como el escritor Manuel Mejía Vallejo y el rostro de una mujer jardineña:
Fotografía de pintura de Justo Pastor Osorio. Anónimo. 1999. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía de pintura de una Mujer anciana. Anónimo. 1950. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía pintura del Padre Juan José Velásquez. Anónimo. 1970. Casa museo Clara Rojas Peláez
Fotografía Busto de Manuel Mejía Vallejo. 1980. Casa museo Clara Rojas Peláez.